Dos meses de rutas ilógicas que llevaron a Puerto Candelaria en avión, van o tren un día al Mar Báltico y al siguiente al Mediterráneo, pasando por los Alpes, al segundo de los Pirineos, concluyeron con una enorme satisfacción para el grupo colombiano que se ratifica como el mayor representante de la industria musical independiente del país ante el mundo.
14 países y 31 conciertos en grandes festivales de verano y salas de teatro, al lado de artistas como Foo Figthers, Emir Kusturica, Ed Sheeran y Ketama y miles de kilómetros recorridos... son sólo cifras que permiten dilucidar la magnitud de su proeza como agrupación que lleva cerca de 20 años en la escena y que ahora tiene el reto de proyectarse 20 años más, experimentando siempre con sonidos colombianos permeados por los del mundo tal como sucede en todos los puertos.
El prestigioso festival Sziget en Hungría, el Summertime Festival en Letonia y los originales Oasis Bizz´art o Chant de Marin en Francia fueron solo algunos de los exigentes escenarios que pisó la agrupación y los llenó de inspiración para el futuro.
Cada noche, miles de personas se dejaron sorprender y contagiar del sabor, humor, la calidad y originalidad del sonido Candelario que terminado el tour llegó a 110 presentaciones en el viejo continente. Una gestión inimaginable sin el trabajo de su casa en Medellín Merlín Producciones, las agencias Derapage Prod en Francia y el Espíritu del Sur en España, adicional al apoyo de la cancillería de Colombia.
A su regreso a Colombia el grupo continúa llevando este show a diversos municipios del país como Pueblorrico en Antioquia, Ibagué y Pereira y le esperan también grabaciones, conciertos especiales y muchos proyectos para cerrar el 2019 como un gran año.
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